The Black phone: análisis
The Black Phone" es una de las películas que menos ganas he tenido de ver y quizá por eso me he llevado una grata sorpresa. Dirigida por Scott Derrickson, esta adaptación de Joe Hill, el hijo de Stephen King, no se puede categorizar ni como un filme de terror ni como uno sobrenatural propiamente dicho pues se podría considerar una mezcolanza de esos dos géneros junto con misterio. Son más que evidentes los guiños a King al incorporar elementos que nos recuerdan a "It" o a "El Resplandor" y, sinceramente, creo que son un acierto.
La Historia se inspira en el caso real de Steven Stayner un niño de siete años al que secuestró Kenneth Parnell en los años setenta, pero el cineasta va más allá y, sin entrar a desarrollar los motivos por los que el antagonista secuestra a adolescentes consigue crear una atmósfera que no necesita explicar su 'background'. Además, el uso de las máscaras que porta son muy interesantes porque le dotan de una identidad que pudo haber perdido cuando tenía la edad de sus víctimas pues se sugiere que él pasó por ello. Por otro lado, me ha parecido acertada la relación entre la hermana y el protagonista, llena de complicidad y que ella sea quién posee ese don para intentar encontrar a su hermano. Las actuaciones de los adolescentes me parecen muy buenas y, aunque el villano, interpretado por Ethan Hawke, aparezca poco, genera malestar e inquietud.
El punto negativo, a mi modo de ver, es que no se desarrollan los personajes secundarios que acompañan al personaje principal durante su cautiverio a pesar de la importancia que tienen y, finalmente, lo plano que es el padre del personaje principal. Es un borracho y un maltratador, pero no infunde tanto terror como se espera.


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