Laurie Strode

 


Laurie Strode es mi final girl favorita. Protagonista de la saga Halloween, es uno de los personajes más interesantes, que más evoluciona y que mejor sabor de boca me ha dejado en su trayectoria en la pantalla durante más de cuarenta años. Este éxito viene de la mano de la actriz que la interpreta, Jamie Lee Curtis, y de la mejor actriz de doblaje que le ha dado voz, María Luisa Solá. 


En las dos primeras cintas de este slasher, podemos apreciar a una adolescente a la que persigue un hombre del saco: Michael Myers. Un ser sobrenatural al que traza con una maestría impecable la primera película de Rob Zombie. Ella, siendo un bebé, acabó en una casa de acogida porque su hermano, Michael asesinó a su familia, pero ella no sufrió daño alguno. Al acabar esas dos películas, vemos que desarrolla un trastorno de estrés postraumático que le perseguirá siempre y que desembocará en esa reticencia a celebrar Halloween. Tal es así que en Halloween H20 desarrolla un talante autoritario que afecta a su hijo. 




Es una víctima que, por primera vez, asume que tiene miedo a que la mate su hermano, pero debe enfrentarse a él porque ha pasado veinte años huyendo. Esa lucha entre el presente y el pasado será constante en su vida y será, precisamente, la que le cueste varias relaciones amorosas y separarse de sus hijos. Al final del largometraje, decapita al ser enmascarado, pero es internada en un psiquiátrico donde espera impaciente a que su parca particular haga su aparición estelar para que la mate. 

Myers, su hermano, la encuentra y tras un intenso duelo consigue asestarle una cuchillada que parece indicar que nuestra Scream Queen está muerta para siempre. 




Sin embargo, en La Noche de Halloween, es decir, cuarenta años después, vemos que ha sobrevivido y que ha creado una fortaleza porque está esperando a que su sombra vaya a su encuentro. Es la película que más humaniza a este personaje protagónico porque no solo muestra su trastorno de estrés postraumático, sino su sufrimiento y su patetismo extremo porque sabe que Myers, que está internado en un centro psiquiátrico, intentará escaparse y, claro está, lo hace. Vemos en ese metraje que sufre, bebe, que tiene una depresión de caballo y que tiene terror. No solo porque la encuentre y la mate, sino también porque tiene miedo de que Myers mate a su hija y a su nieta. 




En Halloween Kills sus temores se cumplen: Michael Myers asesina a su hija y debe hacerse cargo de su nieta, Allyson. En el filme que sucede a este, Halloween Ends, Laurie cambia por y para su nieta y ese cambio provoca un shock en el espectador. En cuatro años intenta reinsertarse en una sociedad que culpa a la víctima de lo que ha hecho un asesino serial y eso va quebrando su moral. ¿Cuántas veces hemos visto que se culpabilice a la víctima? Sin embargo, una vez más demuestra su naturaleza y concluye con su hermano de una vez por todas. 





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