La chica de la foto
Netflix debería dejar las series y centrarse en las docuseries o en los documentales porque, francamente, lo está haciendo de perlas. Lo nuevo que ha liberado en su plataforma ha sido el documental de casi dos horas titulado "La Chica de la foto".
Este versa del asesinato de una chavala de veinte años que era muy querida por su comunidad. Los compañeros de su clase solo tenían preciosas palabras para describir a su amiga. Sin embargo, todo tomó un cariz distinto cuando hablaron de su padre.
(SPOILERS)
Poco a poco se descubrió que él, no era su padre. Era su padrastro. Había violado a la protagonista de esta historia, cuyo nombre real no se descubrió hasta el 2014. Él obligó a la joven a prostituirse y a deshacerse de sus hijos.
Aparecen, también, los padres biológicos y la madre, proveniente de un entorno precarizado, vivía en un parque de caravanas. Su falta de remordimientos y su pobre justificación hace que me plantee lo normalizado que está en Estados Unidos la desprotección del menor. Lo mismo digo de su padre biológico. Tuvo la oportunidad de quedarse con ella y la vendió a la primera de cambio.
En lo que respecta al violador, no hay palabras para describirlo. Violó a una adolescente que le llamaba papá durante años que le llamaba. La maldad humana tiene mil rostros y este es uno de ellos. Franklin Delano Floyd es uno de esos monstruos.
La foto habla por si sola.
Esa carencia de expresividad de la niña es horrible.
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