Notas sobre: The Haunting (V)

 

E. de Escarlata.

Bly Manor

 

Hill House

En el ocaso del 2020 prometí que escribiría esta entrada comparando las dos temporadas de la saga de The Haunting. Este momento ha llegado y sé que va a generar polémica, pero es lo que toca. Considero firmemente que Hill House es, en todos los sentidos, una de las mejores temporadas que he visto desde que se estrenó en 2018 porque se vendió como una historia de terror y cumplió todas mis expectativas. Adjunto el tráiler.

Madre mía, me sigue poniendo la piel de gallina cuando lo veo. 

Por otro lado, en 2020 se estrenó Bly Manor, su segunda temporada, yo estaba expectante porque había  y esperaba que el señor Flanagan me mantuviera acongojada durante todos los capítulos después de haber visto el nuevo tráiler en el que salía una niña mandando callar a un espectro con una música muy mal rollera. Porque sí, queridos míos, me sugestionan mucho las producciones que meten a niños malvados. 

 Sin embargo, cuando vi esta nueva temporada tuve sentimientos encontrados que me hicieron cuestionar la saga por completo. 

Consideraciones.

Creo que Hill House ha puesto el listón demasiado alto al meter terror en un drama familiar sin precedente. Es cierto que a partir del capítulo siete, los otros tres perdieron fuerza, pero ¿Qué más podíamos esperar? El final nos dejó con un gustazo dulce que, en mi opinión, era necesario, es decir, si después de más de veinte años esperas que a una familia le siga yendo mal después de haber perdido a dos padres, haber creado depresión en varios personajes y haber moldeado en la drogadicción a otro, quizás deberías hacértelo mirar. Eso es algo que me ha llamado mucho la atención en el público en general, la necesidad de ver sufrir al otro porque se sigue considerando que los finales felices, no existen. Es cierto que si esperas un final feliz del tipo pajaritos que cantan mientras que una orquesta te abre las puertas del paraíso al estilo de Disney, estás un poco equivocado. No obstante, tampoco acabó bien del todo, murieron tres personas y se generaron traumas acompañados de trastornos psicológicos. Ahí lo dejo.

Dicho esto, responderé a la pregunta de ¿qué tienes en contra de Bly Manor?, Honestly, nothing. Como historia de amor, la pongo un diez. Como historia de terror-drama, la pongo un cero y se lo pongo porque en el tráiler se nos vendió como tal.  Eso no implica que no me gustase, francamente me encantó, pero no se puede jugar con los sentimientos de un público amante del emparanoiamiento. Obviamente no se puede esperar un resultado como el primigenio, pero que menos que ofrecer el resultado que se vende. 

Aciertos.

El más evidente, las actrices Carla Gugino y Kate Siegel aunque creo que podrían haber tenido más escenas. Aún con todo, fue un acierto contar con ellas. Otra cosa que me ha encantado, pero que ha parecido molestar a los espectadores ha sido que la música de la introducción fuera la misma en las dos temporadas. La explicación más evidente es que ambas temporadas, autoconclusivas e independientes, pertenecen a la misma saga, The Haunting. A mí me pareció maravilloso el encabezado de la primera temporada porque producía el movimiento de varias esculturas talladas en mármol blanco con la técnica de los paños mojados que, para quien no lo sepa, fue una herramienta que desarrollaron en la Grecia Clásica para dar realismo a la vestimenta de los personajes. Esto tiene sentido si se tiene en cuenta que el matrimonio principal de la serie estaba conformado por dos restauradores de casa que enseñaban valores de la antigüedad a sus hijos.

Por su parte, en Bly Manor, se plasmaron los rostros de los principales personajes que, con el sonido de  la música, iban desdibujándose. A mí esto me parece sublime, porque demuestra que aunque fallezcamos nuestra presencia siempre estará ahí. 

Errores.  

El maldito niño de ET en las dos temporadas, hierático, mal rollero y psicópata y la Pedretti que sigue anclada en Love de You. No es que no me haya gustado su historia de amor y todo el proceso que lo desencadenó. Lo que pasa es que la he visto doblada al castellano y me ha gustado más que en original. Por consiguiente, habría que felicitar a la actriz de doblaje, Mar Nicolás, en lugar de a Victoria Pedretti, 

El error más evidente es que, mientras la primera se presentó como una serie de terror al igual que la segunda, ninguna de las dos lo es. En la primera, aún siendo magnífica, contenía más drama que terror y la segunda, escondía la historia de amor de varias personas. Esto, como tal no es malo, lo que es malo es venderlo como terror exclusivamente. 

OBVIAMENTE, ESTA ES LA INTERPRETACIÓN QUE HE HECHO YO, NO QUE SEA UNA VERDAD ABSOLUTA.

Dicho esto, recomiendo esta saga porque engancha, entretiene y, aunque me haya quejado del niño maldito de ET y de Pedretti, no significa que no me hayan gustado, pero creo que en el papel de Dani habría encajado muchísimo mejor Katie Parker, quien dio vida a Perdita por dos motivos. El primero, porque en la primera temporada hizo de demente, psicópata, manipuladora y segundo, porque en la segunda hizo el papel de mujer acogedora con bondad y, en cierto sentido, mártir. Creo que ella sí que mostró unas dotes interpretativas mucho más cuidadas que Pedretti quien, por otra parte, parece que en The Haunting siempre hace lo mismo. Quiero dejar claro que no considero que sea mala actriz porque su papelazo en You fue sublime, pero sí que Flanagan está dándola papeles que no dan margen a muchos cambios interpretativos.