Crítica a "Killing Eve"

E. de Azabache


Serie: Killing Eve

Género: Drama, comedia

Año: 2018-

SINOPSIS

En 2018, la asesina profesional, Villanelle (Jodie Comer) comete un error dejando con vida a la acompañante de un magnate cuando lo asesinó. Tiempo después y, analizando sus asesinatos, el MI6 comienza a investigar sus pasos hasta que, una de las jefazas, Carolyn Martens (Fiona Shaw), crea una sección liderada por Eve Polastri (Sandra Oh) para detener a Villanelle. Lo que en un inicio comenzó como una película de acción insulsa al estilo hollywoodiense, va tomando un cariz psicológico que atrapa al espectador al transformar las temporadas en una tragicomedia digna de la sátira inglesa. 

ANÁLISIS

El título de la serie no debe engañarnos, la protagonista, desde mi punto de vista, no es Eve sino Villanelle. De hecho, ella es la primera en aparecer en el capítulo 1 de la primera temporada cuando, para divertirse un rato, vierte encima de una niña una copa de helado. 

Esta escena es clave porque podemos percibir que el personaje principal, una antiheroína, copia unas pautas de comportamiento a otros sujetos porque ella misma no consigue hacerlo de forma natural. Ella presenta una psicopatía bastante grave. No puede empatizar con las personas y solo consigue placer haciendo el mal. Así, pues este clip ilustra la tónica de la serie. 

Cuando una persona padece algún tipo de patología debe tratarse aunque nunca se podrá garantizar una recuperación total. Por este motivo, es necesario contar con el apoyo de otras personas, especialmente saludables mentalmente, para evitar una degradación mayor. Sin embargo, Villanelle procede de un ambiente familiar disfuncional que no dudó en abandonarla por miedo a unos síntomas psicopáticos que mostró cuando era niña. No tuvo una figura de apego sólida ni un modelo de conducta que seguir. Esto es importante incluso para una persona sin esta clase de problemas porque es necesario enseñar a los infantes que es lo que está bien y qué es lo que está mal. Sin contar con las ventajas de un estado de bienestar acabó en manos de dos psicópatas que la adiestraron y que avivaron sus instintos homicidas; Dasha (Harriet Walter) que se nos presenta en esta última temporada y Konstantin Vasiliev (Kim Bodnia). Los dos son dos genios de la manipulación, dan bastante miedo y está mal decirlo pero son dos personajes que me gustan bastante. Hay unas escenas que me gustan bastante porque me parecen muy enternecedoras que es cuando, después de matar o cuando tiene que dar cuenta Villanelle de alguna de sus hazañas, Konstantin está ahí con ella haciendo alguna tarea doméstica, por ejemplo, cocinando. Esto, si le quitas el contenido de la conversación puede resultar un retrato familiar idílico. 

Killing Eve': La psicópata que tiene fascinados a los amantes de ...
Villanelle/Osana
En lo que respecta a Eve, persona que da nombre a la serie, tengo que destacar que no es una actriz que me guste demasiado y creo que podría haber dado más juego Julianne Moore para interpretar este papel. Dicho esto, tengo que destacar varias cosas. La primera, la capacidad de actuación de esta mujer para mostrarse siempre tan fría y tan hierática ante situaciones de estrés que rara vez hacen que sus gestos faciales se modifiquen como el asesinato de Bill (David Haig)-esto nunca se lo perdonaré a los guionistas- y la ansiedad que desarrolla cuando avanzan las temporadas. Y, la segunda, la sociopatía que sufre de la que no es consciente. Esto se refleja en la tercera temporada cuando está a punto de asesinar a Dasha al pisar su pecho para asfixiarla. No lo hace pero porque no la da tiempo, no porque no quiera. Este personaje es uno de los que más evoluciona porque se va transformando poco a poco en un monstruo. Ella, abandona el MI6 porque se da cuenta de lo importante que se ha convertido Villanelle para ella, de que le ha costado un matrimonio y la amistad de varias personas. Aunque intenta dejar atrás esta vida, no puede, está obsesionada con la sicaria. También hay que decir que ella trasciende la linea que hay entre la mujer empoderada y la toxicidad con su pareja. Después de meditarlo mucho, la interpretación que hago yo es que, sin quererlo, tiene gestos tóxicos que perjudican a su pareja. 

Eve Polastri | Killing Eve | BBC America
Eve Polastri
La última de esta tríada es Carolyn, alias Tía Petunia por su rol en Harry Potter. En un primer momento, pensé que se trataba de otra psicópata en la que no se podía confiar por la falta de empatía que parecía mostrar. Más tarde, me di cuenta de que esta mujer podría padecer algún tipo de trastorno y creo que tiene una condición neurobiológica muy similar a la de los asperger. Esto explicaría que en momentos de estrés para una persona que no es asperger, reaccione de una forma extraña para el resto de los mortales. Mismamente, cuando su hijo fallece, no desperdicia ni una sola lágrima hasta que tiene una conversación con su hija y explota rompiendo jarrones y objetos que tiene en su sala de estar. Es una mujer brillante, muy inteligente y con unos vacíos emocionales que desvela poco a poco al espectador. Mismamente, cuando conversa con Eve, le comenta que están en un parque donde se reunían los espías del MI6 y donde su padre, también espía, mantenía encuentros sexuales con jovencitos. Es, hasta la fecha, uno de mis personajes favoritos. 
Fiona Shaw talks about the invigorating ride of 'Killing Eve ...
Carolyn Martens 
ASPECTOS POSITIVOS

Feminismo.

Creo que es una serie feminista porque todos los personajes, independientemente de su sexo, tienen un rol totalmente paritario  y, parece ser, al menos en el departamento que se nos presenta, que no hay brecha de género en el ámbito laboral. Por otro lado, no se ha demonizado al sexo masculino y hay personajes muy entrañables como Bill, Konstantin o Kenny. Asimismo, el jefe del periódico digital en el que trabaja Kenny a partir de la tercera temporada representa una figura de autoridad que, sin complejos maniqueos, diserta sobre los errores del ser humano.

Emociones.

Esta serie, guste más o guste menos, ha revolucionado el formato tradicional de ilustrar las series policíacas, al otorgarle un nuevo enfoque a los "malos". Hay una escena que a mí me rompió un poco que es cuando Villanelle se da cuenta de que la están utilizando las élites de la mafia para la que trabaja y quiere dejarlo. Otro punto interesante son las fluctuaciones emocionales entre los personajes. A mí, por ejemplo, me dio miedo el ver a Villanelle empujando a la cuidadora de los Peel al arcén con una frialdad que acojona.


Lo que más me gusta es que en esta serie no se intenta trasmitir ninguna metáfora y cómo se denuncian los comportamientos tóxicos. Villanelle, cree que está enamorada de Eve pero realmente está obsesionada porque le gustan las mujeres con un perfil similar. Por otro lado, Eve cree que está enamorándose de ella y podría ser, pero tiene unos gestos que demuestran que ella es la que está supeditada a los deseos de Villanelle. Uno de estos ejemplos lo vemos cuando asesina a hachazos a Raymond. 

Estilo.

Las temporadas gozan de recursos abundantes y eso queda reflejado en la indumentaria de los personajes, en la banda sonora que es bestial y en los numerosos viajes que se han realizado a diversos países para evitar cometer errores en la ambientación. En este sentido, es impresionante el uso del lenguaje ya que, aunque el idioma principal sea el inglés, los personajes hablan otros como el ruso, el castellano y catalán o el francés. Resaltar, simplemente, que esto no se hace en todas las producciones.


ASPECTOS NEGATIVOS

En la segunda temporada, aunque es muy divertida y sigue siendo buena, me despistó bastante la simplificación de Villanelle en tanto en cuanto a conocimientos generales cuando se reunió con Peel. Se supone que forma parte de la élite pero cuando se entrevista con él no se lee ni el informe.

La tercera temporada se me ha hecho super corta y me parece que ocurren las cosas muy rápidas generando subtramas que se cierran mal. NO ME GUSTARON las explicaciones que se dieron con el asunto de Kenny que, se supone, que su imvestigación podría haber puesto en jaque a los Doce.

Otro aspecto que no me gusta es la vulnerabilidad tan radical que muestra Villanelle cuando se da cuenta de que es una herramienta más de unos intereses que trascienden lo político. No digo que esté mal actuado pero ella no es una persona normal, es una psicópata sin remordimientos con dificultad para expresar sus emociones y, en el último capítulo de la tercera temporada, se muestra como una niña frágil.

Aún con todo, la serie está muy bien y merece la pena verla.

APUNTES FINALES

Este enfoque de analizar a "la mala" es bastante novedoso y podría equipararse al Joker de 2019 en tanto en cuanto a su psicología.  Considero que el papel que hace Villanelle es para quitar el hipo aunque yo no la conocía hasta la fecha. Ahora bien, la mejor, para mí es Tía Petunia. Es difícil plasmar las acciones de una persona asperger y ella lo hace de diez. En este sentido, me recuerda a Saga Norén de Bron, en la que también aparece el actor de Konstantin. 


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